La construcción de la gran Catedral de Santiago de Compostela debió comenzar alrededor del año 1075, promovida por el obispo Diego Peláez y dirigida por el Maestro Esteban pero se puede decir que la mayor parte de la Catedral estaba construida hacia el 1122.
El edificio se concibió con una armoniosa cruz latina de tres naves y crucero también de tres naves.
Los pilares de sección cuadrada con cuatro semicolumnas adosadas con capiteles vegetales, soportan los arcos formeros y fajones del templo.
La cabecera de la Catedral de Santiago de Compostela incorporaba girola y cinco capillas.
Todo el alzado del templo se adorna con una tribuna por lo que le da un aspecto vertical y sin demasiada luz a lo que se refiere el interior de la catedral.
En el exterior del templo había fachadas y puertas monumentales. La del norte (fachada de la Azabachería) sólo ha quedado algunos restos.
Mejor conservada está la de las Platerías con sus dos grandes puertas y un mareante conjunto de esculturas en algunos casos colocadas anárquicamente.
El misterioso Maestro Mateo comenzó su intervención en 1168 y se ocupó de los últimos tramos de la nave y de la construcción de la cripta que soportaría el famoso y majestuoso Pórtico de la Gloria.
La estructura arquitectónica del pórtico consiste en tres plantas superpuestas: la cripta, que simboliza el mundo terrenal; el pórtico propiamente dicho, que constituía la puerta de entrada occidental a la catedral, y en el que se representa la Jerusalén celeste; y la última planta era la tribuna, que por medio de un rosetones posibilitaba que estuviera iluminada todo el día; representa la elevación de los humanos a lo divino.
En este pórtico se puede observar las jambas donde se soporta todo el peso, el parteluz, columna decorativa en medio de la puerta, el tímpano donde se representa el pantocrátor en el medio y en los extremos el evangelista San juan en el apocalipsis.
Este conjunto monumental creado como entrada occidental y principal de la catedral de Santiago de Compostela es uno de los más grandes monumentos románicos del mundo y paradigma de la evolución que durante la segunda mitad del siglo XII sufre el románico hacia el naturalismo gótico.
Lamentablemente, los aires barrocos del siglo XVIII desvirtuaron exteriormente la originalidad románica.
Se sustituyó la facha de la Azabachería y se cubrió la gran fachada occidental con la la del Obradoiro, entre otros muchos cambios y transformaciones que dificultan externamente intuir la grandeza de esta majestuosa catedral.